Polo del Sur

Sí. A pesar de que me negué a saludar gente por iniciativa propia, tuve que responder mensajes de texto. Es gente que se acordó o pensó en mí como amigo. Como me lo imaginaba el "amigo" ese no me dijo nada del día.  Ni parranda ni nada porque tenemos que laburar hoy. Así que no creo que quede mucho por definir. Es evidente que no tenemos la sintonía que solíamos tener y que es un camino difícil de desandar, complejo de ser reconstruido. No siento que haya confianza ni buena voluntad de su parte. Hay resignación, pero no voluntad de trabajar en equipo, de definir cosas juntos, de hacer saber al otro lo que uno piensa, lo que uno cree, lo que uno siente que es útil. No hay ganas de sonreír, ni de contar conmigo, ni de compartir. A esta altura uno no se convierte en algo bueno. Uno es, lisa y llanamente, eso que hay ahí, similar a un florero o un adorno, que tal vez, haya que prestarle atención alguna vez. Pero nada de buscar consensos o diálogo. Diálogo franco no es mucho p

Me encantó este proyecto ni bien me enteré que existía y obviamente, me sumé a su mailing. Confieso que aún no he comprado nada de nada, pero si hay que colaborar para que se sostenga, ahí pondré mi granito de arena. No iré solo. A los emprendedores: adelante con muchas ganas, que somos muchos los que los apoyamos. (en el buen sentido, no sean malpensados che). A los lectores, vayan, pasen y vean. Cuando vaya yo, lo documentaré. Posteo el mail que me llegó con dos fotos del lugar. Otras Letras, la primera librería gay -lésbica- trans online de América Latina, abre las puertas de su primer local. De este modo, traspasa los límites de la web, e inaugura su espacio ubicado en Alsina 975 de la Ciudad de Buenos Aires. Desde la creación de su sitio de venta online en el año 2007 Librería Otras Letras se transformó en el primer ámbito dedicado a difundir la cultura gay-lésbica-trans. Esta nueva tienda, además de ofrecer una gran variedad de libros de ficción y no ficción relacionados a

Los 20 de julio siempre son un día raro. Ese día en el que no quiero ver a nadie y busco esconderme y evitar que alguien me salude. Hasta hace un tiempo, creí que estaba bueno, igual, festejar este día. Pero la mayor parte de las veces lo sufro muchísimo. Me cuesta pensar en mis amigos como amigos. Generalmente los pienso como un mal necesario. No quiero confiar en nadie más. Los amigos sólo traen decepciones. En general. Cuando están cerca, porque están cerca y cuando están lejos, por eso mismo. Es loco. No creo que la mayor parte se acuerde de mí este día. Yo tampoco me acuerdo de ellos. No sé si tengo de quién acordarme. En fin. Quiero que sea 21 de julio ya.