Más o menos como esperaba
Sí. A pesar de que me negué a saludar gente por iniciativa propia, tuve que responder mensajes de texto. Es gente que se acordó o pensó en mí como amigo. Como me lo imaginaba el "amigo" ese no me dijo nada del día. Ni parranda ni nada porque tenemos que laburar hoy. Así que no creo que quede mucho por definir. Es evidente que no tenemos la sintonía que solíamos tener y que es un camino difícil de desandar, complejo de ser reconstruido. No siento que haya confianza ni buena voluntad de su parte. Hay resignación, pero no voluntad de trabajar en equipo, de definir cosas juntos, de hacer saber al otro lo que uno piensa, lo que uno cree, lo que uno siente que es útil. No hay ganas de sonreír, ni de contar conmigo, ni de compartir. A esta altura uno no se convierte en algo bueno. Uno es, lisa y llanamente, eso que hay ahí, similar a un florero o un adorno, que tal vez, haya que prestarle atención alguna vez. Pero nada de buscar consensos o diálogo. Diálogo franco no es mucho p...