La noticia original del 2/05/2004
Su atractivo radica en playa nudista exclusiva para ellos
Sitges, el destino soñado por la comunidad mundial de turistas gays
Balneario ubicado cerca de Barcelona, España, atrae a más de la mitad de los turistas homosexuales. En Chile, debutó la primera agencia para este nicho.
A pesar de la arremetida de Río de Janeiro o Buenos Aires, el balneario catalán de Sitges es el destino soñado por los turistas gays de todo el mundo.
Según concluye una investigación de la International Gay & Lesbian Travel Association (Iglta), las preferencias de este público se inclinan en más del 50% por Sitges, seguido por el barrio de “La Chueca”, en Madrid, San Francisco y Nueva York.
Ubicado a 40 kilómetros de Barcelona, Sitges basa su atractivo en que de todas las playas que posee, dos son nudistas y una es exclusiva para bañistas homosexuales.
“Además contamos con más de 100 restaurantes para gays y lesbianas. Eso genera un muy buen ambiente para hacer amigos que es muy llamativo porque llegan desde todo el mundo”, destacó Carmen Closa, jefa del departamento de Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Sitges.
En América Latina, los destinos favoritos son Río de Janeiro y Buenos Aires. La capital argentina ha mostrado un notable incremento en el interés de este público, según Martín Giralda, de la Secretaria Turismo del vecino país.
“Ha aumentado la oferta de productos y servicios para turistas gays. No tenemos una estadística porque cuando alguien entra al país no se le pregunta si es o no homosexual, pero al ver las calles y los barrios, como Palermo, se ven más lugares para ellos y muy ocupados”, aseguró Giralda.
Pero la supremacía de la ciudad catalana es indudable. Eso se demuestra justamente en Buenos Aires, donde uno de los bares para turistas gays con más visitantes es Sitges Bar, en Palermo. “A SitgesBar, llega sólo muy buena gente porque busca ser un poco exclusivo. La mayoría de los que vienen son turistas, de los cuales un grupo importante es de Estados Unidos y especialmente de Miami”, explicó Jorge, mozo del lugar.
Nicho interesante
La competencia entre las ciudades por captar este nicho de público responde a su alto poder adquisitivo.
Según la Iglta, un turista gay maneja un ingreso anual per cápita de 90 mil dólares. El 90% prefiere ciudades que considera no homofóbicas.
Consultados acerca de sus preferencias de consumo, el 60% dijo preferir aquellos productos que califica de “lo mejor en su clase” y el 80% ha estado en hoteles en los últimos 12 meses.
“Los gays disponen de mucho dinero para turismo, porque son parejas de profesionales de altos ingresos que no tienen gastos de hijos, colegios’’, explicó Úrsula Plunke, gerente de ventas de la agencia de turismo Cocha.
Según coinciden en las agencias de turismo, en Chile no se observa un alto interés por destinos de lujo para turistas gays por el alto valor que eso conlleva.
Un viaje para dos personas desde Santiago a Sitges, con estadía de seis a siete días en un hotel no muy lujoso, cuesta en promedio siete millones de pesos chilenos, sólo en gastos de avión y alojamiento.
Industria nacional
“En Chile el tema es tabú, no se habla mucho, no hay lugares especiales para ellos. En todo caso si vienen, lo hacen buscando naturaleza, paisajes limpios y tranquilidad. Para el carrete están Buenos Aires o Río”, destacó Plunke.
Que en Chile no se haya desarrollado esta actividad no significa que no hayan existido proyectos. Hace dos años, en Viña del Mar surgió la idea de un resort gay, que fue rechazada por los vecinos.
Firmada por Mario Álvarez F.
Extraído de Las Ultimas Noticias del 2/5/2004
Sitges, el destino soñado por la comunidad mundial de turistas gays
Balneario ubicado cerca de Barcelona, España, atrae a más de la mitad de los turistas homosexuales. En Chile, debutó la primera agencia para este nicho.
A pesar de la arremetida de Río de Janeiro o Buenos Aires, el balneario catalán de Sitges es el destino soñado por los turistas gays de todo el mundo.
Según concluye una investigación de la International Gay & Lesbian Travel Association (Iglta), las preferencias de este público se inclinan en más del 50% por Sitges, seguido por el barrio de “La Chueca”, en Madrid, San Francisco y Nueva York.
Ubicado a 40 kilómetros de Barcelona, Sitges basa su atractivo en que de todas las playas que posee, dos son nudistas y una es exclusiva para bañistas homosexuales.
“Además contamos con más de 100 restaurantes para gays y lesbianas. Eso genera un muy buen ambiente para hacer amigos que es muy llamativo porque llegan desde todo el mundo”, destacó Carmen Closa, jefa del departamento de Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Sitges.
En América Latina, los destinos favoritos son Río de Janeiro y Buenos Aires. La capital argentina ha mostrado un notable incremento en el interés de este público, según Martín Giralda, de la Secretaria Turismo del vecino país.
“Ha aumentado la oferta de productos y servicios para turistas gays. No tenemos una estadística porque cuando alguien entra al país no se le pregunta si es o no homosexual, pero al ver las calles y los barrios, como Palermo, se ven más lugares para ellos y muy ocupados”, aseguró Giralda.
Pero la supremacía de la ciudad catalana es indudable. Eso se demuestra justamente en Buenos Aires, donde uno de los bares para turistas gays con más visitantes es Sitges Bar, en Palermo. “A SitgesBar, llega sólo muy buena gente porque busca ser un poco exclusivo. La mayoría de los que vienen son turistas, de los cuales un grupo importante es de Estados Unidos y especialmente de Miami”, explicó Jorge, mozo del lugar.
Nicho interesante
La competencia entre las ciudades por captar este nicho de público responde a su alto poder adquisitivo.
Según la Iglta, un turista gay maneja un ingreso anual per cápita de 90 mil dólares. El 90% prefiere ciudades que considera no homofóbicas.
Consultados acerca de sus preferencias de consumo, el 60% dijo preferir aquellos productos que califica de “lo mejor en su clase” y el 80% ha estado en hoteles en los últimos 12 meses.
“Los gays disponen de mucho dinero para turismo, porque son parejas de profesionales de altos ingresos que no tienen gastos de hijos, colegios’’, explicó Úrsula Plunke, gerente de ventas de la agencia de turismo Cocha.
Según coinciden en las agencias de turismo, en Chile no se observa un alto interés por destinos de lujo para turistas gays por el alto valor que eso conlleva.
Un viaje para dos personas desde Santiago a Sitges, con estadía de seis a siete días en un hotel no muy lujoso, cuesta en promedio siete millones de pesos chilenos, sólo en gastos de avión y alojamiento.
Industria nacional
“En Chile el tema es tabú, no se habla mucho, no hay lugares especiales para ellos. En todo caso si vienen, lo hacen buscando naturaleza, paisajes limpios y tranquilidad. Para el carrete están Buenos Aires o Río”, destacó Plunke.
Que en Chile no se haya desarrollado esta actividad no significa que no hayan existido proyectos. Hace dos años, en Viña del Mar surgió la idea de un resort gay, que fue rechazada por los vecinos.
Firmada por Mario Álvarez F.
Extraído de Las Ultimas Noticias del 2/5/2004
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