Periodismo hackeado
Fue escandaloso. Varios periodistas descubrieron que alguien divulgó sus cuentas de correo electrónico y sus respectivas contraseñas. No sólo las institucionales, en el caso de Clarín, sino también las cuentas de correo personales (Hotmail, Yahoo).
El escándalo lo desató Daniel Santoro, el 11 de mayo, cuando denunció que desconocidos entraron en su casilla y en la de un juez federal, con quien el periodista mantuvo contacto "en off" (extraoficial) y compartieron información con respecto a una causa por contrabando de drogas.
La lista incluye también a Ernesto Tenembaum (que lo denunció ayer a la mañana) y Luis Majul (que lo denunció el domingo en su programa de tv), pero también suma a Pablo Sirvén y varios más de Editorial Perfil. Todos los mails y contraseñas fueron vulnerados y luego publicados en una misteriosa página anónima, además de haber sido enviada esa info por mail.
El sábado, otro anónimo, publicó un comentario en el Blocdeperiodista del periodista Darío Gallo (Editorial Perfil). Allí había un link a la misteriosa página con una lista de gente de los medios, no sólo periodistas y sus respectivas casillas y contraseñas. La lista incluyó a Héctor Magnetto (CEO de Clarín), su secretaria, Bartolomé Mitre (Director o ex director de La Nación, según el día y la noticia que uno lea), periodistas de Pol-ka, corresponsales de Clarín, etc. LaNacion.com admitió que los datos difundidos de la gente de esa empresa eran los correctos.
Hoy se sumaron la periodista Teresa Pacitti y Andrés Kliphan.
Muchos periodistas apuntan al gobierno, que se apuró en desmentir semejante operación de espionaje. Supongo que el apuro va a que se divulgó información confidencial que incluía intercambios de email con el propio Aníban Fernández o el intendente de Quilmes, Sergio Villordo (kirchnerista). También se apunta a hackers opositores, que saben que la primera sospecha va a ir al gobierno. El único medio que no se hizo eco del escándalo es Infobae.com, que si bien tiene una sección de Tecnología y siempre se ocupa del tema "Seguridad Informática", hizo mutis al respecto del suceso.
Darío Gallo viene haciendo el seguimiento del asunto en su blog, con primicia propia, un post en que responde un comentario mío, y una seguidilla de declaraciones gubernamentales con respecto al periodismo... El tema sigue, y podemos inferir que debe haber más periodistas vulnerados. Todo un escándalo.
Por lo pronto, cambien sus contraseñas muchachos.
UPDATE: El sitio SEPRIN da la nota. (Con mucho pescado podrido)
El escándalo lo desató Daniel Santoro, el 11 de mayo, cuando denunció que desconocidos entraron en su casilla y en la de un juez federal, con quien el periodista mantuvo contacto "en off" (extraoficial) y compartieron información con respecto a una causa por contrabando de drogas.
La lista incluye también a Ernesto Tenembaum (que lo denunció ayer a la mañana) y Luis Majul (que lo denunció el domingo en su programa de tv), pero también suma a Pablo Sirvén y varios más de Editorial Perfil. Todos los mails y contraseñas fueron vulnerados y luego publicados en una misteriosa página anónima, además de haber sido enviada esa info por mail.
El sábado, otro anónimo, publicó un comentario en el Blocdeperiodista del periodista Darío Gallo (Editorial Perfil). Allí había un link a la misteriosa página con una lista de gente de los medios, no sólo periodistas y sus respectivas casillas y contraseñas. La lista incluyó a Héctor Magnetto (CEO de Clarín), su secretaria, Bartolomé Mitre (Director o ex director de La Nación, según el día y la noticia que uno lea), periodistas de Pol-ka, corresponsales de Clarín, etc. LaNacion.com admitió que los datos difundidos de la gente de esa empresa eran los correctos.
Hoy se sumaron la periodista Teresa Pacitti y Andrés Kliphan.
Muchos periodistas apuntan al gobierno, que se apuró en desmentir semejante operación de espionaje. Supongo que el apuro va a que se divulgó información confidencial que incluía intercambios de email con el propio Aníban Fernández o el intendente de Quilmes, Sergio Villordo (kirchnerista). También se apunta a hackers opositores, que saben que la primera sospecha va a ir al gobierno. El único medio que no se hizo eco del escándalo es Infobae.com, que si bien tiene una sección de Tecnología y siempre se ocupa del tema "Seguridad Informática", hizo mutis al respecto del suceso.
Darío Gallo viene haciendo el seguimiento del asunto en su blog, con primicia propia, un post en que responde un comentario mío, y una seguidilla de declaraciones gubernamentales con respecto al periodismo... El tema sigue, y podemos inferir que debe haber más periodistas vulnerados. Todo un escándalo.
Por lo pronto, cambien sus contraseñas muchachos.
UPDATE: El sitio SEPRIN da la nota. (Con mucho pescado podrido)
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