"Se quiere llegar a una nueva definición del matrimonio"
Chocolate por la noticia. Eso dijo Benedicto y, al parecer, ya llegó a un entendimiento de la causa que tiene en España su más vívido ejemplo.
Por supuesto que en Argentina estamos bastante lejos, a pesar del avance en Ciudad de Buenos Aires. Uno de los flancos débiles de la causa es, a mi juicio, la falta de movimientos socio-políticos dentro del interior del país. Difícilmente se conozca el pensamiento de los miles de argentinos gays que no viven ni en Córdoba, ni en Rosario, ni en Capital o sus diversas posturas políticas con respecto a temas como el matrimonio y la adopción por parte de parejas homo. Esto no es un problema menor, dado que si no logramos instalar el tema a nivel nacional como un reclamo de los argentinos de distintos puntos del país, difícilmente lograremos llegar a la aprobación de una ley tan polémica como necesaria para restablecer la dignidad a los ciudadanos que hoy somos de segunda.
Kirchner no es Zapatero, ni siquiera existimos en la agenda política electoral de los partidos, y hay mucho por hacer. El esfuerzo de quienes día a día luchan por la ley, no es en vano, habemos muchos desde el llano hablando el tema, explicando, apoyando desde nuestros lugares, ciertamente inorgánicos.
Bienvenido el ejemplo español que, a través de la FELGT ha logrado participar de la vida política e institucional del país, algo que raramente o en casos aislados ha sucedido aquí.
Por supuesto que en Argentina estamos bastante lejos, a pesar del avance en Ciudad de Buenos Aires. Uno de los flancos débiles de la causa es, a mi juicio, la falta de movimientos socio-políticos dentro del interior del país. Difícilmente se conozca el pensamiento de los miles de argentinos gays que no viven ni en Córdoba, ni en Rosario, ni en Capital o sus diversas posturas políticas con respecto a temas como el matrimonio y la adopción por parte de parejas homo. Esto no es un problema menor, dado que si no logramos instalar el tema a nivel nacional como un reclamo de los argentinos de distintos puntos del país, difícilmente lograremos llegar a la aprobación de una ley tan polémica como necesaria para restablecer la dignidad a los ciudadanos que hoy somos de segunda.
Kirchner no es Zapatero, ni siquiera existimos en la agenda política electoral de los partidos, y hay mucho por hacer. El esfuerzo de quienes día a día luchan por la ley, no es en vano, habemos muchos desde el llano hablando el tema, explicando, apoyando desde nuestros lugares, ciertamente inorgánicos.
Bienvenido el ejemplo español que, a través de la FELGT ha logrado participar de la vida política e institucional del país, algo que raramente o en casos aislados ha sucedido aquí.
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