OTRO Y OTRO
acá van algunos otros. no sé por qué los posteo. creo que... tenían que salir del agua, estaban medio ahogados los pobres...
Soneto para el océano
El verano asomaba en tus mareas
cuando de niño acercaba mi mano
a cada espumoso abrazo lejano
de las órdenes y de las tareas.
Tu canto es el llanto que tarareas
por las lunas, por la arena y el plano
oscuro de las noches que temprano
se duermen, cuando tu cuerpo clareas.
A veces, me reclaman tus colores
mi pensar, mis tormentas, mis dolores,
las huellas que tus olas se llevaron
junto a rotos castillos en la orilla.
Tus mareas y tus soles de arcilla,
todo lo escrito en la tierra borraron.
Todos estos que siguen iban para la misma persona, un amigo, se podría decir, casi amigo, del que me enamoré perdidamente y él... él aprovechó la situación un poco para descubrir nuevas experiencias... luego, como toda historia pedorra de estas, polosur lloró y lloró y lloró por el amor que nunca fue, cuando él desapareció de su vida de un día para otro, con su novia. una chica muy buena, excelente persona, pero bueh, esa es otra historia y yo no soy parte. la historia anterior y paralela, ella no la conoce.
MI NARANJA
Quiero compartir mi naranja contigo.
Compartir tu crepúsculo con el mío.
Llegar a tu casa y darte los frutos,
darte los calafates, darte los yuyos.
Quiero compartir mi naranja contigo
para verter en tus manos mis jugos,
para saciar tus mañanas, tu domingo,
para beber tus mieles y tus zumos.
Quiero compartir mis aromas contigo,
que mi perfume colme tu olvido.
Quiero ser un ángel volando en tu ombligo.
Quiero compartir mi naranja contigo,
que mi cáscara dé calor a tu frío:
quiero ser el abrazo que te dé abrigo.
Mi naranja es un deseo dormido,
mi naranja viene de valles perdidos.
Aún así, quiero compartirla contigo.
"SIN TU NOMBRE"
Tal vez, tiene que ver
con el encanto que se perdió...
Con la figura melacólica
de tu rostro,
sin tu nombre;
de tu cuerpo,
sin tu nombre.
Magnífico
tu vergel de hombre,
musgos y alambre.
Tal vez, tiene que ver
con el tiempo que se perdió...
Con las jóvenes tardes
de pasión oculta,
sin tu nombre;
de adicción y desenfreno,
sin tu nombre.
Magnífico
tu trueno de hombre,
lluvia y rayos.
este poema patético que sigue es una súplica que le entregué en mano. fue en vano.
SEGUIR
Eres mi amigo
desde que divisé
al ancho campo arado
de tus sienes,
con una rebeldía
en ebullición constante,
con un temple remoto,
fuerte y cansino.
Eran de campo
también tus voces
blancas al llegar,
sonriendo
como un jilguero
bullicioso
en mansa libertad...
Desde que atravesé
tu cálida puerta
soy mejor
porque me hiciste
parte del pueblo
tranquilo de tu mirada.
Pero, amigo,
quiero seguir
abundando en tu nombre
y merodeando
día a día
junto a tus palabras;
quiero seguir pintando
el universo claro
de tu paraje cercano;
quiero seguir
montado a tus nubes
y darte la sombra buena
de la madrugada;
quiero seguir
buscando
sin tregua
el sublime y exacto
metal de tu alma.
Quiero seguir
siendo un planeta
abrazado por el cosmos
sereno de tu mirada.
bueno, por hoy suficiente de mala poesía; tal vez, lo mío sea la prosa; tal vez, nada...
Soneto para el océano
El verano asomaba en tus mareas
cuando de niño acercaba mi mano
a cada espumoso abrazo lejano
de las órdenes y de las tareas.
Tu canto es el llanto que tarareas
por las lunas, por la arena y el plano
oscuro de las noches que temprano
se duermen, cuando tu cuerpo clareas.
A veces, me reclaman tus colores
mi pensar, mis tormentas, mis dolores,
las huellas que tus olas se llevaron
junto a rotos castillos en la orilla.
Tus mareas y tus soles de arcilla,
todo lo escrito en la tierra borraron.
Todos estos que siguen iban para la misma persona, un amigo, se podría decir, casi amigo, del que me enamoré perdidamente y él... él aprovechó la situación un poco para descubrir nuevas experiencias... luego, como toda historia pedorra de estas, polosur lloró y lloró y lloró por el amor que nunca fue, cuando él desapareció de su vida de un día para otro, con su novia. una chica muy buena, excelente persona, pero bueh, esa es otra historia y yo no soy parte. la historia anterior y paralela, ella no la conoce.
MI NARANJA
Quiero compartir mi naranja contigo.
Compartir tu crepúsculo con el mío.
Llegar a tu casa y darte los frutos,
darte los calafates, darte los yuyos.
Quiero compartir mi naranja contigo
para verter en tus manos mis jugos,
para saciar tus mañanas, tu domingo,
para beber tus mieles y tus zumos.
Quiero compartir mis aromas contigo,
que mi perfume colme tu olvido.
Quiero ser un ángel volando en tu ombligo.
Quiero compartir mi naranja contigo,
que mi cáscara dé calor a tu frío:
quiero ser el abrazo que te dé abrigo.
Mi naranja es un deseo dormido,
mi naranja viene de valles perdidos.
Aún así, quiero compartirla contigo.
"SIN TU NOMBRE"
Tal vez, tiene que ver
con el encanto que se perdió...
Con la figura melacólica
de tu rostro,
sin tu nombre;
de tu cuerpo,
sin tu nombre.
Magnífico
tu vergel de hombre,
musgos y alambre.
Tal vez, tiene que ver
con el tiempo que se perdió...
Con las jóvenes tardes
de pasión oculta,
sin tu nombre;
de adicción y desenfreno,
sin tu nombre.
Magnífico
tu trueno de hombre,
lluvia y rayos.
este poema patético que sigue es una súplica que le entregué en mano. fue en vano.
SEGUIR
Eres mi amigo
desde que divisé
al ancho campo arado
de tus sienes,
con una rebeldía
en ebullición constante,
con un temple remoto,
fuerte y cansino.
Eran de campo
también tus voces
blancas al llegar,
sonriendo
como un jilguero
bullicioso
en mansa libertad...
Desde que atravesé
tu cálida puerta
soy mejor
porque me hiciste
parte del pueblo
tranquilo de tu mirada.
Pero, amigo,
quiero seguir
abundando en tu nombre
y merodeando
día a día
junto a tus palabras;
quiero seguir pintando
el universo claro
de tu paraje cercano;
quiero seguir
montado a tus nubes
y darte la sombra buena
de la madrugada;
quiero seguir
buscando
sin tregua
el sublime y exacto
metal de tu alma.
Quiero seguir
siendo un planeta
abrazado por el cosmos
sereno de tu mirada.
bueno, por hoy suficiente de mala poesía; tal vez, lo mío sea la prosa; tal vez, nada...
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