GAY NEWS: 2003 año "glorioso" en USA
EE.UU.: en la tele, el súper y el Congreso, un año “glorioso” para la comunidad gay
Entre la abultada lista de logros del 2003 figuran la revocación de la ley antisodomía; la consagración de un obispo gay de la Iglesia Episcopal y la inclusión de homosexuales en la cadena de supermercados Walt Mart.
Por David Crary.
“Somos testigos de nuestra propia liberación”, dijo Kate Kendell, directora del Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas, con sede en San Francisco, Estados Unidos. “Se mire por donde se lo mire, el 2003 se destaca como un año lleno de avances, diálogo e igualdad sin precedentes''.
Es que durante el año 2003 a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos y Canadá una cadena de hechos considerados por la propia comunidad gay como “históricos y hasta fundantes de una era mas tolerante y libre de discriminación y homofobia” sacudieron positivamente a la comunidad gay norteamericana, produciendo avances tan diversos y profundos en relación con los derechos de los homosexuales que, incluso, provocaron el asombro de veteranos militantes de la causa gay.
La cadena histórica de hechos comenzó en junio pasado, cuando la Corte Suprema Federal revocó una ley de antisodomía en el estado de Texas, en una medida que, en la práctica, permitió que la homosexualidad deje de ser un delito en los últimos 13 estados del país donde ese tipo de leyes aún estaban vigentes.
Unos meses después las buenas noticias para la comunidad fueron más vertiginosas: la Iglesia Episcopal consagró obispo a un religioso abiertamente homosexual; Wal-Mart, la cadena de supermercados que cuenta con el mayor numero de empleados en todo el país, incluyó a los gays y a las lesbianas en su política contra la discriminación; y dos provincias canadienses legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo en un paso que se espera se extienda a toda la Nación.
En California, los legisladores estatales otorgaron a las parejas del mismo sexo casi todos los derechos de los esposos casados. Y en Massachussets, el principal tribunal del estado falló que los gays tenían derecho constitucional a casarse.
Por otra parte, los “tradicionalistas”, enemigos acérrimos de estos derechos esperaban que los fallos históricos de la Corte provocaran una fuerte reacción contraria en Estados Unidos, impidiendo al menos el reconocimiento de los matrimonios de personas del mismo sexo. Y por efecto rebote sus voces se hicieron escuchar.
Para el reverendo Louis Sheldon, presidente de la Traditional Values Coalition (Coalición de Valores Tradicionales) en Washington, “no hay duda de que los homosexuales buscan cumplir su misión básica, que es reemplazar la relación entre un hombre y una mujer y crear una nueva diversidad sexual en Estados Unidos. Los tribunales están a su favor, pero los ciudadanos comunes se oponen a esa idea'', concluyó. Las encuestas dicen que la mayoría de los estadounidenses rechaza el matrimonio entre homosexuales, aunque con relación a la cuestión de si este tipo de casamientos merecen los mismos derechos legales que los de esposos heterosexuales los puntos de vista a favor y en contra están casi empatados.
Una encuesta de Gallup animó a los partidarios de los derechos de los homosexuales, ya que mostró un mayor apoyo para el matrimonio gay entre los estadounidenses jóvenes, un hallazgo del cual los conservadores culpan a los programas de televisión que muestran la homosexualidad en forma positiva. De hecho, el programa más exitoso en estos momentos “Queer Eye for the Straight Guy'' (“Ojo gay para un heterosexual'') con su renovado equipo de actores gay tuvo tanta audiencia en el canal de cable Bravo, que la NBC, cadena propietaria de Bravo, repitió los episodios en la televisión abierta. Al respecto, el director del Proyecto de Estudios Lésbicos y Gay de la Universidad de Chicago, George Chauncey, dijo: “Una de las cosas que más me impresiona sobre “Queer Eye...” es que muestra a hombres heterosexuales siendo francos y sintiéndose a gusto en compañía de hombres gay de una forma que no se ve con frecuencia en la televisión”. “Los nuevos contenidos mediáticos sobre los homosexuales son muy distintos a los que usualmente han aparecido en televisión. La identidad gay no es presentada como un asunto o problema a resolver, sino que está allí como parte de la vida diaria, y por eso estos programas muestran a los homosexuales como seres divertidos, atractivos e inteligentes”, afirmó Laura Grindstaf, socióloga de la Universidad de California.
A pesar de todo, hubo profundas divisiones sobre el asunto, en especial entre las iglesias protestantes. En el extranjero, líderes eclesiásticos que representan a decenas de millones de anglicanos afirmaron que estaban preparados para romper sus vínculos con la Iglesia Episcopal, la rama estadounidense de la Comunión Anglicana, debido a la consagración de Gene Robinson, como obispo de New Hampshire. “Lo que ocurrió en la Iglesia Episcopal muestra en forma irreversible que hay un debate sobre la homosexualidad entre la gente de fe religiosa'', agregó Chauncey. Sin embargo, muchos gays y lesbianas se sienten cada vez más aceptados por la sociedad. Mark Lewis y su compañero, Dennis Winslow, están entre las siete parejas de Nueva Jersey que presentaron una demanda reivindicando el derecho a casarse en su estado natal.
Extraído del Diario Clarín del 18/12/2003.
Entre la abultada lista de logros del 2003 figuran la revocación de la ley antisodomía; la consagración de un obispo gay de la Iglesia Episcopal y la inclusión de homosexuales en la cadena de supermercados Walt Mart.
Por David Crary.
“Somos testigos de nuestra propia liberación”, dijo Kate Kendell, directora del Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas, con sede en San Francisco, Estados Unidos. “Se mire por donde se lo mire, el 2003 se destaca como un año lleno de avances, diálogo e igualdad sin precedentes''.
Es que durante el año 2003 a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos y Canadá una cadena de hechos considerados por la propia comunidad gay como “históricos y hasta fundantes de una era mas tolerante y libre de discriminación y homofobia” sacudieron positivamente a la comunidad gay norteamericana, produciendo avances tan diversos y profundos en relación con los derechos de los homosexuales que, incluso, provocaron el asombro de veteranos militantes de la causa gay.
La cadena histórica de hechos comenzó en junio pasado, cuando la Corte Suprema Federal revocó una ley de antisodomía en el estado de Texas, en una medida que, en la práctica, permitió que la homosexualidad deje de ser un delito en los últimos 13 estados del país donde ese tipo de leyes aún estaban vigentes.
Unos meses después las buenas noticias para la comunidad fueron más vertiginosas: la Iglesia Episcopal consagró obispo a un religioso abiertamente homosexual; Wal-Mart, la cadena de supermercados que cuenta con el mayor numero de empleados en todo el país, incluyó a los gays y a las lesbianas en su política contra la discriminación; y dos provincias canadienses legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo en un paso que se espera se extienda a toda la Nación.
En California, los legisladores estatales otorgaron a las parejas del mismo sexo casi todos los derechos de los esposos casados. Y en Massachussets, el principal tribunal del estado falló que los gays tenían derecho constitucional a casarse.
Por otra parte, los “tradicionalistas”, enemigos acérrimos de estos derechos esperaban que los fallos históricos de la Corte provocaran una fuerte reacción contraria en Estados Unidos, impidiendo al menos el reconocimiento de los matrimonios de personas del mismo sexo. Y por efecto rebote sus voces se hicieron escuchar.
Para el reverendo Louis Sheldon, presidente de la Traditional Values Coalition (Coalición de Valores Tradicionales) en Washington, “no hay duda de que los homosexuales buscan cumplir su misión básica, que es reemplazar la relación entre un hombre y una mujer y crear una nueva diversidad sexual en Estados Unidos. Los tribunales están a su favor, pero los ciudadanos comunes se oponen a esa idea'', concluyó. Las encuestas dicen que la mayoría de los estadounidenses rechaza el matrimonio entre homosexuales, aunque con relación a la cuestión de si este tipo de casamientos merecen los mismos derechos legales que los de esposos heterosexuales los puntos de vista a favor y en contra están casi empatados.
Una encuesta de Gallup animó a los partidarios de los derechos de los homosexuales, ya que mostró un mayor apoyo para el matrimonio gay entre los estadounidenses jóvenes, un hallazgo del cual los conservadores culpan a los programas de televisión que muestran la homosexualidad en forma positiva. De hecho, el programa más exitoso en estos momentos “Queer Eye for the Straight Guy'' (“Ojo gay para un heterosexual'') con su renovado equipo de actores gay tuvo tanta audiencia en el canal de cable Bravo, que la NBC, cadena propietaria de Bravo, repitió los episodios en la televisión abierta. Al respecto, el director del Proyecto de Estudios Lésbicos y Gay de la Universidad de Chicago, George Chauncey, dijo: “Una de las cosas que más me impresiona sobre “Queer Eye...” es que muestra a hombres heterosexuales siendo francos y sintiéndose a gusto en compañía de hombres gay de una forma que no se ve con frecuencia en la televisión”. “Los nuevos contenidos mediáticos sobre los homosexuales son muy distintos a los que usualmente han aparecido en televisión. La identidad gay no es presentada como un asunto o problema a resolver, sino que está allí como parte de la vida diaria, y por eso estos programas muestran a los homosexuales como seres divertidos, atractivos e inteligentes”, afirmó Laura Grindstaf, socióloga de la Universidad de California.
A pesar de todo, hubo profundas divisiones sobre el asunto, en especial entre las iglesias protestantes. En el extranjero, líderes eclesiásticos que representan a decenas de millones de anglicanos afirmaron que estaban preparados para romper sus vínculos con la Iglesia Episcopal, la rama estadounidense de la Comunión Anglicana, debido a la consagración de Gene Robinson, como obispo de New Hampshire. “Lo que ocurrió en la Iglesia Episcopal muestra en forma irreversible que hay un debate sobre la homosexualidad entre la gente de fe religiosa'', agregó Chauncey. Sin embargo, muchos gays y lesbianas se sienten cada vez más aceptados por la sociedad. Mark Lewis y su compañero, Dennis Winslow, están entre las siete parejas de Nueva Jersey que presentaron una demanda reivindicando el derecho a casarse en su estado natal.
Extraído del Diario Clarín del 18/12/2003.
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