KAVAFIS
Poeta. (1863/1933)
Suele estar incluido en las páginas sobre literatura homoerótica aunque no son tantos los poemas explícitos, generalmente dan a entender, como diciendo algo más, un argumento velado. Me gusta mucho.
El que sigue es uno de los primeros poemas que leí de él. Por alguna extraña razón me sentí irremediablemente identificado.
FUI
Nada me retuvo. Me liberé y fui.
Hacia placeres que estaban
tanto en la realidad como en mi ser
a través de la noche iluminada.
Y bebí un vino fuerte, como
sólo los audaces beben el placer.
Si de mi amor no puedo hablar...
Si de mi amor no puedo hablar
-hablar de tus cabellos, de tus labios, de tus ojos -,
sin embargo tu rostro que llevo dentro de mi alma,
el sonido de tu voz en mi cabeza,
los días de febrero en que desperté de mi sueño,
hechos uno con mis palabras, están y dan color
a cada tema que afronto o a cada idea que expreso.
EN LA CUBIERTA DEL BARCO (1919)
Se parece a él, por supuesto,
este pequeño retrato hecho a lápiz.
Fue hecho de prisa, en la cubierta del barco,
una tarde mágica,
con el mar de Jonia rodeándonos.
Se parece a él, aun cuando le recuerdo más bello.
Era de una sensibilidad casi enfermiza
y eso iluminaba más su rostro.
Y más hermoso me parece ahora
cuando le recuerdo hace ya tantos años.
Hace ya tantos años. Todo ha envejecido-
el retrato, el barco y aquella tarde.
JURA
Jura una y otra vez que rehará su vida.
Mas al llegar la noche y sus consejos,
con sus promesas, y sus ofrecimientos;
al llegar la noche con el poder
del cuerpo que desea y exige, al mismo
fatal placer, perdido, se dirige de nuevo.
Si querés leer un poquito más: Isla ternura.
Una bio más larga de Kavafis y más poemas.
Suele estar incluido en las páginas sobre literatura homoerótica aunque no son tantos los poemas explícitos, generalmente dan a entender, como diciendo algo más, un argumento velado. Me gusta mucho.
El que sigue es uno de los primeros poemas que leí de él. Por alguna extraña razón me sentí irremediablemente identificado.
FUI
Nada me retuvo. Me liberé y fui.
Hacia placeres que estaban
tanto en la realidad como en mi ser
a través de la noche iluminada.
Y bebí un vino fuerte, como
sólo los audaces beben el placer.
Si de mi amor no puedo hablar...
Si de mi amor no puedo hablar
-hablar de tus cabellos, de tus labios, de tus ojos -,
sin embargo tu rostro que llevo dentro de mi alma,
el sonido de tu voz en mi cabeza,
los días de febrero en que desperté de mi sueño,
hechos uno con mis palabras, están y dan color
a cada tema que afronto o a cada idea que expreso.
EN LA CUBIERTA DEL BARCO (1919)
Se parece a él, por supuesto,
este pequeño retrato hecho a lápiz.
Fue hecho de prisa, en la cubierta del barco,
una tarde mágica,
con el mar de Jonia rodeándonos.
Se parece a él, aun cuando le recuerdo más bello.
Era de una sensibilidad casi enfermiza
y eso iluminaba más su rostro.
Y más hermoso me parece ahora
cuando le recuerdo hace ya tantos años.
Hace ya tantos años. Todo ha envejecido-
el retrato, el barco y aquella tarde.
JURA
Jura una y otra vez que rehará su vida.
Mas al llegar la noche y sus consejos,
con sus promesas, y sus ofrecimientos;
al llegar la noche con el poder
del cuerpo que desea y exige, al mismo
fatal placer, perdido, se dirige de nuevo.
Si querés leer un poquito más: Isla ternura.
Una bio más larga de Kavafis y más poemas.
Comentarios
Publicar un comentario