Absurdo y anacrónico

Así parece. Cuando empecé a escribir este blog, hace como 15 años, sin ley de matrimonio igualitario, sin ley de identidad trans, sin una gran cantidad de discusiones sobre derechos que hoy son reconocidos (o mejor, con discusión y sin resultados), y debates en los que no deberíamos volver atrás, podía ser noticia algo así y aunque la indignación era la misma, había certezas sociales por las que se luchaba.

Hoy muchas de esas certezas parecen desvanecerse. Muchos creyeron con algunas leyes que se aprobaron se habían terminado las batallas. Y no. No se terminó nada. Todavía hay personas que pretenden mandar sobre nuestros cuerpos y nuestras formas de ser o estilos de vida. Todavía hay personas que además, son capaces de agredirnos por ello.

Esto sucedió en Necochea. No solo la discriminación en el boliche sino también la amenaza policial que es violencia institucional. En 2018.

Capítulo aparte y no menor, merecen los continuos asesinatos de chicas trans, que a algunos les pueden parecer muy lejanos pero que tienen la misma raíz: el machismo heteronormativo y patriarcal. Eso es lo que hay que erradicar y no se hace solo con leyes sino con lucha constante y debate público. Cuestionar el machismo es parte del camino hacia la igualdad.

No podemos seguir callados.