El tiempo cura

Sí.

El tiempo cura siempre y cuando tengamos tiempo para esperar la cura.

No, no. No cura lo puto. Olvidate. Chamuyo. Cura las heridas y sana algunas memorias. Y ojo que sanar no equivale a olvidar.

Es increíble que haya pasado tanto tiempo. Abrí este espacio hace muchos años y siempre me negué a cerrarlo.

Los blogs de entonces ya no existen y perdí el rastro de sus autores. Ojalá volviera a conectar con alguno.

Mucho de lo que escribí tiene pasmosa vigencia y en muchos temas sigo pensando exactamente lo mismo. En otros casos, solo maduré. Ja ja. El tiempo, bah. Ese mismo del que hablaba al principio.

Hay decenas de posts que requieren revisión. Me voy a poner con eso. Por causa de ortografía y por causa de intimidad. No la mía particularmente.

Los errores, propios y ajenos, también se dejan abrazar por el tiempo.

Leerme tantos años después es como leer a un extraño o, en todo caso, a un amigo que conociste en la primaria y no volviste a ver. Es raro. Sabés que es la misma persona pero algunas cosas cambiaron. El tiempo haciendo lo suyo.

No me retracto de casi nada.

El tiempo sana,
colita de rana,
si no sana hoy,
sanará mañana.


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