Una mujer fantástica: Por qué es importante contar nuestras historias
La visibilidad no es exponer en forma liviana un mundo privado al resto de los mortales. La visibilidad es poner de manifiesto la existencia de una vida privada y pública al resto del mundo, y así propender al respeto, a la tolerancia, a la inclusión de nuestras identidades.
Cada persona tiene sus propias formas de hacerlo pero lo importante es que nuestras historias sean contadas. La literatura, la poesía, nuestros medios de comunicación, nuestras organizaciones, centros culturales, el cine son formas de hacerlo. Es necesario. Es urgente, siempre es urgente.
Es mentira que no sirve o que se recrean estereotipos. Cada quien tiene su propia visión y en esto de la diversidad, cada visión aporta un granito de arena y enriquece la vida de toda la sociedad. Somos distintos, y eso es bueno. Todo lo que está enfrente es segregación y discriminación.
Por eso, cuando vi ganar un Oscar a la mejor película extranjera a "Una mujer fantástica", drama que cuenta la vida de una viuda transexual en Chile, no pude menos que sentir alegría. Su protagonista, la actriz Daniela Vega, aún no ha podido cambiar su nombre de nacimiento en su documento de identidad porque aún no existe una ley que lo permita en su país. Y más importante aún, no quiere hacerlo (podría por vía judicial, tal vez) hasta que esa ley no sea aprobada para todo el colectivo.
Nuestras historias pueden cambiar la realidad. La presidenta saliente Michelle Bachelet, después de felicitar a su compatriota, afirmó que iba a poner el acelerador en esa ley. Una pena que este envión no haya sido antes y no ahora que falta poco para que se vaya y cambie el clima político en el país vecino. Igualmente es bienvenido su mensaje, y su apoyo para toda la clase política chilena, en la mira gracias a la difusión de la película. Para los políticos y para imagen de un país, el atraso es mal compañero.
Sin ir más lejos, el alcalde de Ñuñoa propuso nombrarla "hija ilustre" de su pueblo, pero se topó no solo con algún legislador local indeciso al respecto sino con que algunos creyeron que había que nombrarla oficialmente con su nombre masculino de origen, lo cual representaba un agravio, finalmente. Tuvo que sacar esa iniciativa de las redes sociales y propusieron algo como declararla personaje de la cultura.
La ineficacia del sistema heterosexista binormado, su incoherencia, expuesto al mundo por la visibilidad de un colectivo.
Alguien recordaba que hace unos años, en 2012, en la TV Pública argentina se emitió la miniserie "La viuda de Rafael", que también contó cómo fue la vida de una chica transexual después de la muerte de su pareja. La película hacía referencia a la situación que se vivía en Argentina antes de la ley de matrimonio igualitario y de la ley de identidad de género.
Es importante seguir contando nuestras historias.
Update: Bachelet recibió a los integrantes de la producción y Piñera, ni bien asumido, le quitó urgencia al proyecto de ley de identidad de género.
Cada persona tiene sus propias formas de hacerlo pero lo importante es que nuestras historias sean contadas. La literatura, la poesía, nuestros medios de comunicación, nuestras organizaciones, centros culturales, el cine son formas de hacerlo. Es necesario. Es urgente, siempre es urgente.
Es mentira que no sirve o que se recrean estereotipos. Cada quien tiene su propia visión y en esto de la diversidad, cada visión aporta un granito de arena y enriquece la vida de toda la sociedad. Somos distintos, y eso es bueno. Todo lo que está enfrente es segregación y discriminación.
Por eso, cuando vi ganar un Oscar a la mejor película extranjera a "Una mujer fantástica", drama que cuenta la vida de una viuda transexual en Chile, no pude menos que sentir alegría. Su protagonista, la actriz Daniela Vega, aún no ha podido cambiar su nombre de nacimiento en su documento de identidad porque aún no existe una ley que lo permita en su país. Y más importante aún, no quiere hacerlo (podría por vía judicial, tal vez) hasta que esa ley no sea aprobada para todo el colectivo.
Nuestras historias pueden cambiar la realidad. La presidenta saliente Michelle Bachelet, después de felicitar a su compatriota, afirmó que iba a poner el acelerador en esa ley. Una pena que este envión no haya sido antes y no ahora que falta poco para que se vaya y cambie el clima político en el país vecino. Igualmente es bienvenido su mensaje, y su apoyo para toda la clase política chilena, en la mira gracias a la difusión de la película. Para los políticos y para imagen de un país, el atraso es mal compañero.
Sin ir más lejos, el alcalde de Ñuñoa propuso nombrarla "hija ilustre" de su pueblo, pero se topó no solo con algún legislador local indeciso al respecto sino con que algunos creyeron que había que nombrarla oficialmente con su nombre masculino de origen, lo cual representaba un agravio, finalmente. Tuvo que sacar esa iniciativa de las redes sociales y propusieron algo como declararla personaje de la cultura.
La ineficacia del sistema heterosexista binormado, su incoherencia, expuesto al mundo por la visibilidad de un colectivo.
Alguien recordaba que hace unos años, en 2012, en la TV Pública argentina se emitió la miniserie "La viuda de Rafael", que también contó cómo fue la vida de una chica transexual después de la muerte de su pareja. La película hacía referencia a la situación que se vivía en Argentina antes de la ley de matrimonio igualitario y de la ley de identidad de género.
Es importante seguir contando nuestras historias.
Update: Bachelet recibió a los integrantes de la producción y Piñera, ni bien asumido, le quitó urgencia al proyecto de ley de identidad de género.
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