EN EL DIARIO "LA PATRIA" DE BOLIVIA
El desfile de gays
El desfile de homosexuales realizado la noche del sábado en las calles céntricas de La Paz fue el tema central en la reunión dominical de mis parientes, y todo comenzó cuando mi tío Pelópidas preguntó a mi tía Encarna (que es la mayor) si ella sabía o tenía noticia si en nuestra familia había habido algún desviado sexual. La viejecita dijo que nunca tuvo la certeza de alguno, lo que produjo un suspiro general de alivio.
El tema fue tratado con respeto y una de mis tías opinó que nuestro país estaba entrando en la modernidad y que éste es un fenómeno corriente en el mundo actual donde hoy se reconoce la importancia de los movimientos de gays en nuestras sociedades que han determinado legislaciones que respetan sus derechos.
Mi tío Pelópidas que sabe algo de Historia aclaró a la concurrencia que no se trataba de un fenómeno de la modernidad y que los homosexuales ya existieron en las civilizaciones antiguas y también en la Grecia clásica citando como ejemplo a algún filósofo muy conocido, opinión que remetó mi tía Ohmaygad diciendo: "a mí me han dicho que la mayor parte de los maricones son muy inteligentes..."
"Inteligentes o no, siempre existieron y existirán y no es requisito ser o no ser homosexual para serlo" -dijo mi tío Huebastián- quien fue interrumpido por su hermano Pelópidas quien le manifestó ácidamente: "estamos convencidos, Huevas, de que tú eres muy macho", mientras un murmullo general no dejó escuchar las protestas del aludido que decía: "no me llamo Huebas sino Huebastián".
No faltaron algunos parientes para llevar a la charla el asunto de si era más machos los cambas o los collas y dónde vivía un número mayor de homosexuales, lo que casi produce una gresca de proporciones grandes pues se encuentra al rojo vivo el problema de la autonomía regional planteada hace pocos días en Santa Cruz, y hubo acusadores de ambas partes dando nombres y apellidos de distinguidos y activos practicantes del homosexualismo, sin llegarse a ninguna conclusión pues se registró un empate.
Tampoco se dejó de plantear el problema del homosexualismo entre los indígenas aymaras y quechuas pues se conoce muy poco acerca de la vida sexual de los que se llaman originarios, mientras algunas de mis tías se ponían coloradas de vergüenza al escuchar hablar de estos asuntos. Uno de mis tíos nos habló de que existen "keuas y keusas" entre nuestros indios y alguien aseguró haber visto bailar a indios del mismo sexo en muchos fiestas de originarios, y es muy sabido que el baile desata la lujuria.
Al final, llegamos a la conclusión de que todo se debe a una falla en el organismo y que cada uno es libre en su opción sexual aunque no es necesario multiplicar esos desfiles; aprovechando la oportunidad conté a mis parientes que un amigo inglés me dijo hace algún tiempo: "sabes, Paulovich, hace tiempo el homosexualismo era sancionado con la cárcel -como le sucedió al escritor Oscar Wilde-; hoy el homosexualismo está permitido en el mundo y espero que el día de mañana no sea obligatorio".
PAULOVICH
El desfile de homosexuales realizado la noche del sábado en las calles céntricas de La Paz fue el tema central en la reunión dominical de mis parientes, y todo comenzó cuando mi tío Pelópidas preguntó a mi tía Encarna (que es la mayor) si ella sabía o tenía noticia si en nuestra familia había habido algún desviado sexual. La viejecita dijo que nunca tuvo la certeza de alguno, lo que produjo un suspiro general de alivio.
El tema fue tratado con respeto y una de mis tías opinó que nuestro país estaba entrando en la modernidad y que éste es un fenómeno corriente en el mundo actual donde hoy se reconoce la importancia de los movimientos de gays en nuestras sociedades que han determinado legislaciones que respetan sus derechos.
Mi tío Pelópidas que sabe algo de Historia aclaró a la concurrencia que no se trataba de un fenómeno de la modernidad y que los homosexuales ya existieron en las civilizaciones antiguas y también en la Grecia clásica citando como ejemplo a algún filósofo muy conocido, opinión que remetó mi tía Ohmaygad diciendo: "a mí me han dicho que la mayor parte de los maricones son muy inteligentes..."
"Inteligentes o no, siempre existieron y existirán y no es requisito ser o no ser homosexual para serlo" -dijo mi tío Huebastián- quien fue interrumpido por su hermano Pelópidas quien le manifestó ácidamente: "estamos convencidos, Huevas, de que tú eres muy macho", mientras un murmullo general no dejó escuchar las protestas del aludido que decía: "no me llamo Huebas sino Huebastián".
No faltaron algunos parientes para llevar a la charla el asunto de si era más machos los cambas o los collas y dónde vivía un número mayor de homosexuales, lo que casi produce una gresca de proporciones grandes pues se encuentra al rojo vivo el problema de la autonomía regional planteada hace pocos días en Santa Cruz, y hubo acusadores de ambas partes dando nombres y apellidos de distinguidos y activos practicantes del homosexualismo, sin llegarse a ninguna conclusión pues se registró un empate.
Tampoco se dejó de plantear el problema del homosexualismo entre los indígenas aymaras y quechuas pues se conoce muy poco acerca de la vida sexual de los que se llaman originarios, mientras algunas de mis tías se ponían coloradas de vergüenza al escuchar hablar de estos asuntos. Uno de mis tíos nos habló de que existen "keuas y keusas" entre nuestros indios y alguien aseguró haber visto bailar a indios del mismo sexo en muchos fiestas de originarios, y es muy sabido que el baile desata la lujuria.
Al final, llegamos a la conclusión de que todo se debe a una falla en el organismo y que cada uno es libre en su opción sexual aunque no es necesario multiplicar esos desfiles; aprovechando la oportunidad conté a mis parientes que un amigo inglés me dijo hace algún tiempo: "sabes, Paulovich, hace tiempo el homosexualismo era sancionado con la cárcel -como le sucedió al escritor Oscar Wilde-; hoy el homosexualismo está permitido en el mundo y espero que el día de mañana no sea obligatorio".
PAULOVICH
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