Lo que la semana se llevó

noviembre no se fue todavía. pero parece haberse llevado gran parte de mi ánimo. Estuve toda la semana sin ver a fran. Lo vi el domingo, que por suerte pude ir a su casa (conocí a su papá y a un hermano... obvio que no saben nada de nada) y luego tomamos unos mates en una plaza, porque estaba lindo...

el resto de la semana él tenía reuniones, cenas, etc. y como mi único horario disponible es durante la mañana (pero él trabaja) o después de las 21/22, entonces no lo pude ver en toooooda la semana.

ese hecho, tan simple, tan cotidiano, me hizo sentir triste e incluso llorar de impotencia el miércoles. yo entiendo que tenga muchas cosas que hacer, pero me rebela cuando soy yo lo que hay que posponer, lo que se puede aplazar... aunque sé que él no lo piensa así, yo sé que me quiere y que quiere verme y estar conmigo... pero a veces necesito más que buenas intenciones y palabras cariñosas por teléfono o vía mail o vía msn.

me rompe las pelotas no verlo. aunque yo respete las mil cosas que tiene que hacer, aunque quiera entender que su sueño es impostergable, que si se está durmiendo, el sueño es lo que más importa. eso me molesta a veces. me hace cuestionarme cosas...

me llena el "culo de preguntas" diría un amigo. el punto es dónde está el "pene lleno de respuestas".